Todos queremos un fin de semana largo y cuando llega el temido lunes no tenemos ganas de empezar la semana, para hacerlo fácil organiza la noche anterior pequeñas cosas que te ayudaran a arrancar más motivada.
Pon música de esa que te llena de energía, un buen desayuno con algún engreimiento que te ayude a poner una sonrisa en tu rostro, una ducha refrescante que bote la flojera, y tal vez incluso con un poco de ejercicio.
Si dejas el día viernes todo organizado para tu lunes llegaras a la oficina más relajada y esos 5 minutos extra del viernes valdrán mucho la pena. Ponte una recompensa el lunes luego del trabajo, saber que vas a hacer algo divertido estimula todo tu día. No tiene por qué ser gran cosa – ir al cine, ver a tu novio, ir a cenar, o juntarte con tus amigas. Mejor no salir hasta demasiado tarde: la idea es eliminar el bajón del lunes, no posponerlo para el martes.
Vístete bien! Por más superficial que pueda parecer, verte bien puede mejorar tu estado de ánimo. Cuando estás de pie delante del armario el lunes por la mañana, hazte un favor y elige algo que te queda muy bien. Sal a la calle vestido como una estrella y tu estado de ánimo seguirá la sensación.