En todas las transmisiones de tv y tertulias se ha hablado de los looks y no podemos quitar importancia, si bien el blanco fue el protagonista, el azul, color de la Princesa de Asturias estuvo presente en todo, desde el vestido de la reina, los pendientes de la heredera al trono, y el estampado de su hermana.
Otra de las cosas notorias fueron los bajos a los que ya nos tiene acostumbrados su hermana para no quitarle protagonismo con su altura, y a esta misión se le unió la Reina.
Ahora, a mi si me falto Doña Sofia, y seguro que a muchos de ustedes también. No se puede borrar la historia de un plumazo, y ella y el Rey Don Juan Carlos, son la historia de España.
Más que un «desubicado» Sanchez y nunca mejor dicho, que haciendo un papelón protocolar, buscaba su sitio entre los 4 tronos puestos para la familia Real. No sanchez, tu vas en silla normal, ya quisieras!
Errores y horrores protocolares, varios y de muchos no se han hablado por no manchar el día. Eso lo entiendo, pero seguro en casa Real alguno se jalaba de los pelos, y eso a mi me divierte, por que se lo que se siente.
Les dejo lo típico, los looks protagonistas, el traje de la heredera al trono en blanco impecable, echo por el sastre de su padre, la Reina vestida con traje repetido azul Asturias, y la Infanta Sofia haciendo un guiño al reciclaje y su generación con un vestido de alquiler.
Ahora algo que se les escapo, o simplemente se ha querido correr tupido velo es «ese dedo meñique» levantado por la princesa en el brindis. Todos estábamos sumergidos en la deliciosa complicidad entre padre e hija, siendo espontáneos y organizando un brindis, pero segundos después veo el dedito meñique de la princesa en su primer brindis por su mayoría de edad! Se que moriré de exagerada, pero esas cosas se practican y más si vas a ser la Reina de España.
Como diría Tamara en su serie: No, ni muerta!